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lunes, 2 de abril de 2012

Pronto se contarán más personas de edad que niños

Día Mundial de la Salud 2012

La buena salud añade vida a los años

Envejecimiento y salud es el tema del Día Mundial de la Salud 2012. El lema de la jornada es "La buena salud añade vida a los años".

Durante el siglo pasado, la esperanza de vida aumentó tan acusadamente que en el mundo pronto se contarán más personas de edad que niños. Las personas mayores pueden llevar una vida activa y productiva, ser útiles para sus sus familias y comunidades.

Esta galería de fotos, con imágenes de todo el mundo, desafía los estereotipos actuales asociados con las personas mayores.

Karsten Thormaehlen

Helmut Wirz, farmacéutico jubilado

Lanzarse de cabeza desde las grandes alturas es la pasión de Helmut Wirz, de 87 años. Este farmacéutico jubilado descubrió el salto con cuerda elástica (bungee-jumping) cuando tenía 75 años. «Cuando estoy ahí, suspendido, me siento completamente tranquilo», comenta, a pesar de que solo lo sostiene una cuerda elástica atada a las piernas. El señor Wirzt tuvo durante varios años el récord de la persona de mayor edad en practicar esta actividad, y no piensa cambiarla por el ajedrez o los bolos en fecha próxima.



Karsten Thormaehlen

Mirta Nordet, oftalmóloga jubilada

Mirtha Nordet y su nieto adolescente, Damián, se llevan de lo más bien. Cuando la abuela, de 69 años, se ofreció a enseñarle a bailar salsa, Damián aceptó enseguida. «Quiero que mis nietos aprendan cuanto sea posible acerca de la cultura y las tradiciones de mi país, Cuba», declara la oftalmóloga jubilada, quien sale a bailar varias meses al mes. «La salsa es una especie de liberación para mí. Me da energías y dejo de cavilar», afirma con gran entusiasmo. A pesar de algunos problemas de la columna vertebral que le aparecieron hace poco, Mirta espera seguir bailando por mucho tiempo.



HelpAge International/Antonio Olmos

Barton, 76 años, ladrillero

A Barton y Namale el dinero no les alcanza. La pareja mantiene al mayor de sus hijos, quien no puede trabajar por estar muy enfermo, y a los dos hijos pequeños de este. A los 76 años, Barton no puede jubilarse ni en sueños. Antes vendía pollo, pero ahora se dedica a fabricar ladrillos. «El alza del precio de los alimentos nos ha afectado a todos. Antes podíamos comer plátanos, pero ahora lo único que tenemos es harina de maíz», suspira el hombre. «Si pudiera obtener un préstamo o tener una pensión, empezaría de nuevo la venta de pollo y contrataría a alguien que me ayudara.»



HelpAge International/Antonio Olmos

Maximiliana, 65 años, pastora

Maximiliana ha pastoreado ovejas y cabras desde que era muy pequeña. Pero en los últimos 60 años muchas cosas han cambiado. Cuando ella era joven, el pasto abundaba. En la actualidad, sin embargo, tiene que andar 15 kilómetros por las praderas secas de los Andes peruanos para lograr que sus animales encuentren alimento suficiente. Hace poco, Maximiliana y su marido se afiliaron a un club de ancianos y ayudan a trabajar las tierras de la comunidad. Con ello complementan sus ingresos y su alimentación. «Me gusta mucho caminar por las montañas con mis animales», declara Maximiliana, «pero tengo que encontrar otra forma de ganarme la vida porque no podré seguir haciendo esto para siempre».



OMS/T. Halvari

Las personas de edad en las situaciones de emergencia

Las situaciones de emergencia son cada vez más frecuentes en todo el mundo, y las personas mayores constituyen uno de los grupos más afectados. Los ancianos pueden ser particularmente vulnerables cuando deja de haber seguridad, y también lo son frente a las inundaciones, la sequía y los terremotos. Aun así, es común que las personas de edad manifiesten una gran capacidad de adaptación. El conocimiento que tienen de la comunidad, la experiencia de situaciones anteriores parecidas y la posición de respeto que muchas veces ocupan dentro de la familia y la comunidad los convierten en recursos valiosos que conviene aprovechar.
Es importante que quienes formulan políticas y directrices de asistencia sanitaria tengan en cuenta las necesidades de las personas mayores e involucren a estas en la planificación y prestación de los servicios en situaciones de emergencia.



HelpAge International/Wang Jing

Las personas de edad en las ciudades

El envejecimiento de la población en general y la urbanización acelerada son dos tendencias mundiales que plantean grandes problemas a los gobiernos. A medida que las ciudades aumentan de tamaño, crece también la proporción de personas mayores de 60 años. China es el país asiático que está envejeciendo más rápidamente. Según el censo de 2010, casi el 50% de los chinos vive en zonas urbanas. Una sociedad que envejece y en la que más y más personas padecen enfermedades crónicas y discapacidad implica que una fuerza de trabajo reducida tiene que sostener a más pensionados y sufragar unos costos de asistencia sanitaria que aumentan sin cesar. Los gobiernos han empezado a afrontar estos problemas mediante la puesta en práctica de programas nacionales de prevención de las enfermedades crónicas y la implantación de sistemas que prestan asistencia prolongada a los ancianos.
Se alienta a las autoridades municipales urbanas a adaptar las estructuras y servicios de tal manera que sean accesibles y abarquen a las personas mayores con diversas necesidades y capacidades. En China, el Comité Nacional sobre el Envejecimiento está estableciendo un programa para que las ciudades del país respondan mejor a las necesidades de los ancianos. Los lugares donde se está poniendo a prueba el programa son Beijing, Qiqihar y Shanghai.

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